Te doy la más cordial bienvenida al blog de Inteligencia Emocional que he diseñado para ti y para todas aquellas personas interesadas en el tema. Aquí podrás conocer los elementos que componen este concepto y temas relacionados con el mismo. Pero lo más importante, te darás cuenta del por qué es tan importante su aplicación en la vida cotidiana de cualquier ser humano.

Espero te guste y ojalá me puedas dejar algún comentario para mejorar este espacio.

Te mando un saludo

Hugo Morales







viernes, 22 de enero de 2010

Importancia de la Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer los propios sentimientos y los de los demás, con la finalidad de utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. Por ejemplo, para automotivarse o manejar adecuadamente las relaciones que se mantienen con las demás personas.

Daniel Goleman, el escritor que popularizó el término de Inteligencia Emocional, dice que “tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente”. De la misma manera que no pensamos únicamente con un hemisferio, sino que los dos son necesarios, tampoco nos limitamos a procesar la información, además la sentimos, y esto desde luego, tiene gran incidencia en nuestra relación con otras personas.

En la escuela se nos enseña a resolver y analizar problemas matemáticos, lógicos, físicos y de diversa índole académica pero no se nos enseña a analizar y a crear estrategias y alternativas para resolver los problemas personales de la vida cotidiana.

Confundimos sentimientos, emociones y pensamientos; y generalmente al hablar de algún problema personal, nos remitimos a la anécdota, o sólo a nuestro punto de vista y criterio sin querer escuchar a otros, a menos claro está, que sean con los que estamos de acuerdo.

En diversas ocasiones, las emociones ofuscan nuestros pensamientos, nos “bloquean”, no nos dejan actuar objetivamente. Sin embargo, no sabemos discriminarlas, identificarlas y mucho menos controlarlas. Nos dejamos llevar por el enojo o por el miedo, o por cualquier otra emoción, por lo que no afrontamos la situación de manera adecuada y positiva.

Cuando hacemos un examen, de poco nos servirá saber las respuestas si nos angustiamos, pues nuestro desempeño se verá disminuido notablemente. Pasamos mucho tiempo preparando un tema, una exposición o haciendo un trabajo escolar pero no dedicamos generalmente ni un minuto para aprender cómo controlar la ansiedad o cómo afrontar situaciones de estrés.

No conocemos nuestras emociones, no analizamos por qué reaccionamos con furia en determinadas ocasiones o con un miedo exagerado, o por qué no somos capaces de demostrar afecto a las personas que queremos.

Las emociones son parte de nuestro equipamiento biológico y tienen una función adaptativa, de supervivencia para los seres humanos. No hay emociones buenas y malas. El problema de las emociones no son ellas en sí, el problema es su intensidad y duración, y cómo las expresamos, utilizamos, en qué momentos y con qué personas.

Desde luego, no sabemos como hacerlo porque nadie nos ha enseñado ni lo hemos aprendido. Es necesario adquirir habilidades y conocimientos que nos ayuden a relacionarnos de manera adecuada con los demás y con nosotros mismos, que tengamos elementos para identificar y discriminar las emociones, que sepamos cómo manejarlas y controlarlas, cómo utilizarlas en nuestro beneficio y en un beneficio común. En pocas palabras, que aprendamos a desarrollar nuestra Inteligencia Emocional.



Hugo César Morales Ortiz
14/03/07

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